El hecho de tener la enfermedad de Parkinson no tiene porqué limitar los viajes, si bien es cierto que es importante tener en cuenta algunas consideraciones que mejorarán el trayecto y la experiencia de la persona.
- Cuando se utiliza el transporte público, ya sea tren, avión o autobús, es importante llegar a la estación/parada con tiempo suficiente para evitar las prisas y los agobios. 
- Acomodarse en el asiento entre los primeros para evitar estar de pie cuando el transporte se ponga en marcha para evitar caídas. 
- Si es posible, llevar un informe médico actualizado en el que se especifique que padece párkinson. En el caso de viajar al extranjero, este punto es crucial. 



 PDF
PDF
